lunes, 31 de octubre de 2016 0 comentarios

Seis



Llegué a la vida de Sebastián (como el quiso que lo llame) cuando pasaba por una temporada muy oscura. Solo hablábamos vía Internet, le daba vergüenza hablar por audio y yo hablaba como el ave frustrada que soy. Nos separan casi 600 km para ser exacta 10 horas de viaje en bus, a veces 11 y si el carro se malogra 12 horas. 

La primera vez que nos vimos la vida era más generosa, aunque me trajo a un chico con el alma rota, flaquito pero sonriente, yo también salía de una ruptura amorosa y aunque lo superé no me sentía (siento) segura con las personas. Hablamos, reímos, lo abracé tan fuerte afuera de un ascensor que a parte de sentir sus huesitos frágiles sentía que juntaba todas las partes de su corazón que estaban dispersas en varios lugares de su pecho. Lo vi y tenía los ojos cerrados. Me esperó 4 horas y al salir en algún lugar cuando cayó la noche me dio un beso tierno, un beso que cuando recuerdo me enamoro más de él.

Ha pasado medio año desde que decidimos emprender la aventura y además reto que resulta estar juntos, ser amigos, amantes, enamorados y cómplices de muchas cosas. Nunca en la vida me he sentido tan cómoda y libre con una persona como me siento a su lado, su sonrisita me llena de vida, su ciudad me hace sentir tranquila junto con él. Sus brazos son el hogar perfecto para soñar. Sus besos me devuelven todo lo perdido. Podemos afrontar la tristeza, los fantasmas, la distancia, nada importa si el toma mi mano. 

Me ha escrito más de 8 canciones, ha venido por mi más de 10 veces, me ha dado los mejores abrazos de este mundo, me mira, me cuida, me quiere y yo simplemente lo amo con toda el alma. 

Quiero contigo un camino muy largo, te amo 
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Un 31 de octubre de 1984 dos personas con almas muy confundidas y desesperadas por sentirse libres decidieron cogerse de la mano vestidos de gala, invitar a sus familias como bandos de guerra, uno a cada extremo de una iglesia en Jesús María y casarse, sin sentir amor, solo ganas de salir de casa. 

Ella tenía ojos tristes, no le gustaba llevar vestido de novia. Le dió fiebre antes de llegar a la iglesia. No quería casarse pero el sufrimiento en su casa era mucho. Él era el más viejo de los  cuatro hermanos, sus amigos le molestaban porque pensaban que se le estaba yendo el tren o era homosexual, pero el real amor de su vida siempre estuvo en España y llevaba el mismo nombre de su madre. 

Se demoraron en tener hijos como tres años, la primera fue mujer, el segundo hijo se les murió, y la tercera nació con miedo. 

Treinta y dos años han pasado y muchas cosas cosas junto con los años. Se odian, no pueden verse. Entre ellos pasó de todo, desde la notoria separación hasta violencia, y cosas que alguien nunca debería de escribir. 

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-No acepto 

 
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