jueves, 9 de julio de 2015

Ficción II


Juan y Elena se conocieron casi de casualidad, ambos estudiaban en la misma universidad pero uno nunca supo de la existencia del otro, hasta que ella publicó un "tweet" sobre una fiesta que la universidad organiza anualmente. Ambos estudiaban carreras médicas y sabían la presión que eso implica, pero habían muchas diferencias entre ellos, dos muy marcadas: la edad y que uno era más relajado que el otro (él).

Juan y Elena tenían una química increíble aunque su relación amical se basaba en letras detrás de un monitor, distancias infinitas, rostros anónimos y voces desconocidas. Pero coincidían en muchos gustos. Un día Elena decidió preguntarle más cosas a Juan y descubrió que este tenía una novia y que estaba por casarse, ella no sabía donde meter la cara. Sentía vergüenza y rabia, ya que ella pensó que podía llegar a algo más con Juan y decidió dejarle de hablar. Juan era una persona muy insistente y Elena súper orgullosa. No había un día donde Elena no tuviese un mensaje de Juan, ella decidió dejar de responder durante un tiempo mientras dejaba de sentir lo que sentía y cuando ya se sintió mejor, decidió responder.

Ambos tenían la música en común, lo único que puede evitar que Elena sea una odiosa con la gente es que le hablen de música o de libros. Ella ya no sentía que quería a Juan como más que un amigo por la presencia de la novia, la cual ella ya había investigado y al saber que estaban comprometidos y tenían cinco años de noviazgo, decidió ver a Juan netamente como un pata más.
Un día Juan y Elena decidieron verse en la universidad, siempre que Elena conoce a alguien se pone muy nerviosa, pero ese día se sentía muy tranquila. Lo esperó afuera de la facultad, no podía dejar de caminar, hasta que salió Juan, se miraron y Elena se lo llevó prácticamente a un costado muy rápido porque había visto a una de sus profesoras. Juan se sintió un poco asustado, abrió los ojos como plato y no entendía nada. Elena le comentó lo sucedido y luego de un rato entraron a la universidad y fueron directamente a la biblioteca.

Elena pidió dos libros de anatomía y Juan sacó unas diapositivas impresas de su mochila, se puso sus lentes y comenzó a leer. Ella no podía creer que acababa de conocer a alguien y ya lo había metido a la biblioteca a estudiar, de rato en rato se miraban, aún estaban tímidos. Se reían de rato en rato, luego de unos veinte minutos salieron de la biblioteca y también de la universidad, ya que Elena tenía que irse y Juan tenía que entrar a clases.


Juan en el paradero no quería entrar a sus clases y Elena como sea lo obligó a volver a la universidad. Cuando al fin lo logró, le llamó y le pidió que volviera (típico de Elena, loca). Se dieron un abrazo y partieron en un carro y decidieron ir a otra universidad, esta vez una nacional que estaba cerca justo a la casa de ella. Buscaron un sitio y los dos hablaron cómodamente como unas cuatro horas, abrazados, como si ambos hubiesen guardado esos espacios en sus cuerpos para que encajara con el otro. Sin mirarse, sin siquiera besarse, solo riendo, conversando, a veces guardando silencio, simplemente viviendo, Elena sabia que había encontrado al hombre que quería pero que este tenia enamorada y que por más que buscara algún tipo de normalidad en su vida no podría encontrarla con este hombre, cuando se despidieron, Elena lo miró bien, lo dejó partir y no sabe si volverá a verlo algún día. Ahora solo tiene en su mente el recuerdo de las sombras de su abrazo, que reflejaba la noche mientras odiaban la música de fondo. 

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