domingo, 25 de enero de 2015

Dream on

Nunca pensé que Twitter serviría para conocer a personas tan geniales como él. Unas interacciones con mis grandes amigas Milagros y Anaí me servirían para darme cuenta que era una persona confiable. Sí, soy una paranoica confesa. El hecho de que en su foto solo salga parte de su cara y su ojo fue un detonante para despertar mi curiosidad. Cuando tuvimos la oportunidad de hablar aparte me di cuenta que teníamos gustos musicales parecidos y me halagó mucho que me pidiera de favor que le mostrara más sobre lo que yo escucho (cosa que hasta ahora le debo). A pesar de que muchos kilómetros lo alejan nunca dudé de él, es una buena persona por donde lo veas. Es más, no se hizo problemas en enviarme una foto de él y comprender mi paranoia, eso fue fenomenal para mí. Cuando llegó a Lima y nos reunimos por primera vez fue gracioso, yo andaba en una discotienda con un amigo que me pidió que lo acompañara a comprar los regalos para su familia por navidad mientras hacía hora y esperaba que él y mis estimadas gritonas aparezcan. Jamás me pude poner de acuerdo con él y al salir de una tienda simplemente vi a un chico el cual era él y nada más lo reconocí nos gritamos nuestros respectivos nombres y nos dimos un abrazo.  Nunca hubo un silencio, un momento incómodo, siempre hubo un tema bueno de conversación y nos trajo regalitos (siempre recalcaré gestos lindos como ese). Luego de nuestra conversación/reunión con las amigas, él y yo nos fuimos en un micro camino a la Arequipa mientras me contaba la historia de su vida, lo escuché atentamente, le decía lo que pensaba al instante y al bajar nos subimos a un taxi donde nos recibió “El hombre lobo en Paris” y alguna canción de Daniel F que ahorita no recuerdo el nombre de fondo musical. Nos divertimos hablando, riendo y en ese momento me di cuenta que había encontrado uno de esos amigos que siempre quise en mi vida. Lo he visto un par de veces más en lo que duró su estadía en Lima, han sido grandes encuentros. Ahora somos socios musicales, me gusta escuchar cuando me habla sobre sus proyectos, me enorgullece saber que tiene metas, que no se quiere quedar con lo que tiene, que sus ganas de salir adelante son infinitas, que a pesar que todo lo que pudo pasar o puede pasar no lo va a detener en nada. Aunque a veces piense que no lo apoyo, aunque a veces la cague, aunque a veces no responda, con este post quiero que sepa que lo quiero mucho y que le agradezco que me acepte con mis errores, inestabilidades, por siempre darme ánimos y que cuando vuelva espero que hagamos hora en el malecón de Magdalena, con puchos de canela, unas chelas y unos stickers. ¿Una Bembos?.

Puchos, chistes y rock and roll.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;